La gestión de los riesgos en un mundo en plena transformación digital: lo que hay que saber

Las innovaciones de la Cuarta Revolución Industrial — como son la nube, la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas, etc.— están transformando las empresas de todo el mundo, inaugurando nuevos modelos, plataformas y oportunidades de negocio. Al mismo tiempo, la transformación digital actual ha acentuado la vulnerabilidad de las empresas, en particular la de aquellas que realizan operaciones internacionales.

Piense en las consecuencias que puede tener para una empresa:

  • Un ciberataque a un sistema de control industrial. En 2018, el 31 por ciento de los profesionales que gestionaban estos sistemas sufrieron incidentes de seguridad.
  • La incapacidad de encontrar trabajadores cualificados en áreas como la ciencia de datos o la analítica de datos.
  • El cambio de poder político de los trabajadores que se quedan atrás en esta Cuarta Revolución Industrial.

A medida que la transformación digital modifica el panorama de los riesgos, también está cambiando el modo en que las empresas de ámbito mundial abordan los riesgos operativo, político y económico. A continuación, analizaremos estas áreas interconectadas y propondremos algunas recomendaciones para abordar los peligros en un mundo en plena transformación digital.

La transformación digital y el riesgo operativo

Uno de los exponentes más obvios que entraña la transformación digital para las operaciones es la ciberseguridad.

Los ciberdelincuentes, que son cada vez más ambiciosos y disponen de armas más potentes, ya no se conforman con atacar a empresas individuales y expanden sus ataques a sistemas e infraestructuras vitales. Solo en enero de 2019, el Center for Strategic and International Studies informó de ataques de este tipo contra infraestructuras de telecomunicaciones, internet, medios de comunicación y transportes. En el Cyber Thread Outlook Report (2019), Booz Allen Hamilton abordó la amenaza de ataques de corte de suministro de agua a empresas estadounidenses con proyección global.

Además de estas amenazas cada vez mayores, las empresas sufren la presión de tener que satisfacer crecientes demandas tanto de cumplimiento normativo como por parte de los trabajadores. A medida que los legisladores responden a la preocupación pública sobre seguridad y privacidad de los datos, las corporaciones se arriesgan a multas multimillonarias, como la que ha tenido que pagar Google en Francia por violar el RGPD. Además del RGPD, 117 países y cada uno de los estados de EE. UU, tienen sus propias leyes sobre protección de datos.

Para abordar estas cuestiones complejas, las empresas que realizan operaciones multinacionales necesitan trabajadores cualificados. Según el Foro Económico Mundial: «Una prima enorme depende de la capacidad a corto plazo de las empresas para mejorar la formación de sus empleados y formar a la próxima generación de talentos». Sin embargo, en una encuesta que realizó PwC en 2018 a directores ejecutivos, el 75 por ciento de los encuestados expresó su preocupación por la escasez de especialización digital.

¿Las empresas dispondrán de profesionales locales especializados en seguridad y cumplimiento normativo, o tendrán que buscarlos y contratarlos en otros lugares?

Al mismo tiempo que las áreas especializadas —como la ciencia de datos, por ejemplo— luchan contra la escasez de trabajadores cualificados, muchos otros sectores se enfrentan a la obsolescencia y al desempleo masivo. Según una investigación realizada en 2018 por Bain y el Foro Económico Mundial, más de la mitad de los empleos (57 %) están amenazados por la automatización. Y este escenario presenta múltiples riesgos de distinto tipo.

La transformación digital y el riesgo político

Desde los levantamientos de la Primavera Árabe alentados por las redes sociales hasta los bots y hacks que se utilizaron para influir en procesos electorales, no cabe la menor duda de la influencia que puede tener la transformación digital en la política. Hoy por hoy, la influencia de la tecnología en el empleo y en la economía contribuye a moldear aún más el panorama político.

Zia Qureshi, profesor invitado de The Brookings Institution, observó que mientras el paso a las nuevas tecnologías prioriza la demanda de habilidades y conocimientos superiores frente a otros de niveles más bajos, «el crecimiento económico a largo plazo se ha ralentizado y las desigualdades económicas han aumentado, lo que incrementa el descontento social, las disputas políticas y el auge del populismo».

En este contexto, procesos electorales desde Australia a Austria están remodelando los órganos de gobierno de todo el mundo: desde luego, no se puede negar la presencia de factores como el nacionalismo y la inmigración, pero el impacto de la Cuarta Revolución Industrial no es por ello menos importante. Muchos votantes sienten que la transformación digital del mundo les está dejando atrás. Para una empresa de proyección mundial, este sentimiento de exclusión puede manifestarse en forma de huelgas, protestas, cambios en la elegibilidad de las naciones como lugares ideales para hacer negocios, y cambios en las personas que dictan las normas… con consecuencias potencialmente desastrosas.

La transformación digital y el riesgo económico

¿Cómo puede una multinacional apostar eficazmente por una economía fuerte y ágil, evitando los riesgos de hacer negocios en un lugar presa de la agitación y el estancamiento? Recomendamos analizar los programas, políticas y respuestas nacionales.

¿El mercado se muestra proactivo en la formación profesional y el reciclaje laboral? En India, uno de los países del mundo que está experimentando una mayor transformación digital, esfuerzos como el de la asociación público-privada Skill India ayudan a abordar la necesidad de especialización y puestos de trabajo, generando una mayor inclusión y construyendo un futuro próspero y sostenible tanto para las ciudades como para sus habitantes.

¿De qué modo puede posicionarse el mercado como un lugar atractivo y con visión de futuro para hacer negocios? A medida que la transformación digital desencadena la relocalización, el acercamiento de la producción y otros cambios estructurales en las cadenas de valor mundiales, «los países tendrán que mostrarse como destinos atractivos dentro de las cadenas de suministro globales», según un informe reciente del Foro Económico Mundial. Este mismo informe citaba factores de «idoneidad para la producción» como la innovación, el comercio internacional, y el volumen y variedad de productos.

¿Y cómo se están preparando los países para garantizar unos beneficios compartidos y sostenibles para todos?

«Paradójicamente, a medida que despegaban las nuevas tecnologías en los últimos años, el crecimiento de la productividad —que es el mayor impulsor del crecimiento económico a largo plazo— se ralentizó en lugar de acelerarse en las principales economías», observó Qureshi. Y añadió: «Las ganancias de los avances tecnológicos actuales no son automáticas: el modo de obtenerlas y compartirlas depende fundamentalmente de las respuestas políticas».

Medidas de gestión de riesgos

Para afrontar los riesgos en el contexto de transformación digital actual, Booz Allen recomienda un programa de inteligencia frente a las amenazas que rastree proactivamente los cambios inminentes en el entorno político y económico. También recomendamos analizar lo siguiente:

  • ¿Existen aspectos clave de la infraestructura que hayan sufrido ciberataques y, si es así, con qué consecuencias?
  • ¿Qué potencia tiene el tejido laboral nacional en la nube, la ciencia de los datos, DevOps, etc.? ¿Qué programas se han implementado para la actualización profesional inmediata y el desarrollo de talentos a largo plazo?
  • ¿En qué medida está afectando la transformación digital al crecimiento económico y, a su vez, al clima político en general en un mercado determinado? ¿Qué políticas y programas se han puesto en marcha para lograr que la transformación digital favorezca a empresas y ciudadanos por igual?